domingo, 13 de septiembre de 2015

Central Central

Dentro del conjunto de Park Plaza en Santa Fe, se encuentra en la planta baja el restaurante CENTRAL CENTRAL, el cual hay que decirlo, está estupendamente bien puesto, con buen gusto, con espacio, con idea de concepto.  En la sección interior es un poco mas obscura, con vista a la cocina y a una estupenda cava. Afuera es una terraza cubierta, con mesas y con sillones que le dan un sentido mas relajado al ambiente.

El menú sin duda alguna es de alta influencia española, y lo demuestra en diferentes platos que van desde croquetas, jamón ibérico, filete en salsa de Cabrales, pescado en salsa verde, una sección especial de arroces que incluyen paella, etc...

El formato del menú es de calidad, bien hecho, bien pensado con diferentes tipos de tipografía que le dan cierto aspecto divertido al mismo.
El único punto que no entiendo, y he de decir, me deprimió bastante, es que al final del menú ponen la leyenda: "Made with Love". Porque ponerlo en inglés?? es un lugar español, hubiera quedado igual o mejor si le ponen "Hecho con Amor"


El servicio pasa con mas pena que gloria. Totalmente frío, muy poco atento y lento. No se ve una sonrisa ni por equivocación. Mucho por mejorar en ese sentido.

Los alimentos sin duda son de una materia prima de muy buena calidad y las ejecuciones de los platillos son impecables, no hay queja tampoco, de hecho invitan a regresar.

Los precios son MUY elevados, y creo que la experiencia en general no es TAN buena como para que uno lo pague gustoso. Se siente algo estafado cuando paga mas de $150 por unos churros con una salsa de chocolate y otra de cajeta.....no se encuentra la  percepción de valor.

En resumen, es un preciosos lugar, con buena comida, altos precios y servicio bastante regular.
Usted decida si vale la pena ir.

Provecho

sábado, 4 de abril de 2015

BELLO PUERTO

En el centro de Polanquito, se encuentra un lugar con mucho movimiento.. el BELLO PUERTO.
Negocio de comida especializado en pescados y mariscos, y con mucho éxito, pues las largas esperas para entrar así lo demuestran.

Entramos, con un poco de resistencia, habiendo tenido un primer mal contacto al hacer la reservación, solicitada a las 3:00 pm, pero nos informaron que máximo a las 2:30 y con tristes 10 minutos de tolerancia, a lo cual tuvimos que acceder.

El lugar, prácticamente todo pintado de blanco, con tonos de colores muy vivos y variados que le dan alegría al local, logrando un ambiente de puerto.. de mar.
La música, agradable, de acuerdo al concepto.. música latina, de diferentes tipos y ritmos, pero que permean bien con el concepto. Sin embargo, un poco mas tarde, empezó a sonar pop en ingles, que si bien, era una buena selección, pierde la idea.

La mesa es  de maderas blancas, de nueva cuenta, dando un toque muy de puerto al ambiente. Al centro ponen una canastilla (que rellenan constantemente (aplausos)) con salsas embotelladas de Habanero, búfalo, etc... mas dos salsas: verde y roja, hechas en casa que están estupendas tanto en sabor como en picor. Todo coronado con tostadas.

Como lo he comentado en otras ocasiones, el punto bajo a mi sentir, es el usar servilletas de papel genéricas, de las mas baratas del mercado. Entiendo que esto se pudiera retomar como parte del concepto, PERO vamos, es un lugar que de ninguna manera es barato y se agradecería cuidaran ese detalle, al menos con una servilleta que tuviera el logo del negocio, algo que me dijera que estoy obteniendo algo mas de valor por mi dinero (como ser verá en el menú un poco mas adelante) 


Los meseros, son un poco tardados en su tarea, pero con disposición y amabilidad, de cualquier manera y afortunadamente hay un par de capitanes (o Gerente?) que de vez en vez se acercan a ver si todo marcha bien. Mucho mas de lo que sucede actualmente en los restaurantes de la Ciudad de México.

Nos entregan una carta de bebidas, corta pero interesante, que cumple su propósito.
La de alimentos cuenta con un formato correcto, suficiente espacio, tipo y tamaño  de letra muy adecuadas, teniendo además la fortuna de remarcar los platos  "especiales" y/o las recomendaciones. En resumen, nada que reprochar, se agradece principalmente que se siga manteniendo el estilo usual de una carta, y no la hoja de papel impresa y anexada en una tabla de madera. El detalle grave que se encuentra es el estado de las mismas, ya que están muy desgastadas y demeritan bastante. 
Aunque siendo honestos, tampoco nada para cortarse las venas.

La comida, fue "in crescendo".. pues pedimos de entrada unos taquitos (3 pzas) de Machitos de pulpo, que francamente estaban bastante regulares, pues estan demasiados carbonizados y se pierde el sabor de la proteína principal.

Sin embargo, de plato fuerte se pide el Huachinango Zarandeado, que está francamente muy bien sazonado. El mesero tiene la fortuna de ofrecer traerlo abierto en mariposa o ya fileteado.  Excelente platillo, aunque, el prietito, justamente es en el arroz que finge como guarnición, que les queda, diría yo bastante mediocre. Sin sabor ni consistencia,

Así mismo, y a pesar de la mala experiencia con los tacos de pulpo, pedimos el Pulpo Chamuscado, y este supera las expectativas con honores pues además de ser una porción generosa, están perfectamente braseados y glaseados, dando un excelente sabor al molusco. El detalle vuelve a ser la guarnición, que son unas papas cambray, bastante tristes.

Los postres, pasan sin pena ni gloria, un flan de cajeta carente de personalidad, sabor ni textura y unos plátanos fritos que no merecen mayor comentario.


De cualquier manera el saldo es bastante favorable, y sin duda regresaremos a probar otros de estos platillos, posiblemente en otra de sus ubicaciones.

Buen provecho.

domingo, 8 de marzo de 2015

Acento

Un viernes por la noche decidimos seguir algunas recomendaciones y fuimos a la calle de Cuernavaca al restaurante ACENTO, el cual además de restaurante es una tienda Gourmet con productos muy interesantes.

El lugar es muy agradable, incluso para una noche fría como la que nos tocó, pero tiene un techo retráctil que sin duda le sumará puntos en las noches cálidas de la primavera chilanga.





 Los meseros tardan algo en llegar, pero la srta. tiene buena actitud, lo cual como lo he dicho antes, es mucho más de lo que se consigue en estos días. Se pide un Sprite Zero y nos informan que no tienen... Punto menos, pero uno entiende y lo deja pasar, sobretodo porque de nueva cuenta la mesera tiene la habilidad y la amabilidad de disculparse.

 Nos traen la carta, la cual tiene artículos muy interesantes y que en general a la hora de ejecución cumplen bastante bien. Es decir, los platillos no decepcionan, aunque tampoco nos vuelven locos con ganas de volver:
 El risotto de Jamón Serrano cumple.
 Las tortas ahogadas, están interesantes y divertidas, con buen sabor.
 El atún de Oaxaca es el que mejor demuestra la cocina del Chef Zárate y lo hace con excelencia, bien presentado, buena mezcla de sabores y con calidad en la materia prima.
 De postre unas torrijas, también extraordinarias, que cierran muy bien la parte gastronomica, desafortunadamente la experiencia no sólo está en los alimentos.

 Donde todo lo sumado se pierde en un instante  es en el menú mismo, y le da un golpe de muerte, empezando por el formato de la carta. Una hoja tamaño carta, impresa sin mayores arreglos o esfuerzos, bastante triste diría yo, tomando en cuenta que los precios no son baratos.

 Ahora, todo lo anterior es "peccata minuta" en comparación a los espantosos errores ortográficos (y esto lo dice alguien que dista ser un miembro de la RAE) y otros tantos de formato, por ejemplo frambuesa con Z, roZTisado y otros tantos... pero juzgue por usted mismo las fotos, y dígame si exagero.    Lo triste es la falta de supervisión, la falta de interés por revisar algo TAN importante como es la carta.


Ojalá solucionen esta falla, que ayudaría muchisimo a mejorar la percepción de ACENTO (irónicamente lo que hace falta en la impresión del menú).

jueves, 31 de julio de 2014

La taberna del Chanclas- 2a visita

Saludos

Después de haberlo visitado de noche, ahora tiempo después, decidimos hacer una nueva visita al local de Av Nuevo León y Aguascalientes a la hora de la comida.

Hay que decir que se ha vuelto un lugar de moda, frecuentado por periodistas y algún que otro jet set. El lugar, si bien pequeño, estaba a reventar.

De los puntos que vi en la vez anterior menciono que la música ahora si era más que adecuada, en un volumen muy correcto.

La carta sigue siendo una cosa LAMENTABLE, poco digna de un lugar de la categoría cuyo cheque promedio debe rondar de manera muy conservadora los $500 por persona. Una hoja con los platillos enlistados, claramente hecho en excell, y enmicada en un plástico duro. Triste.

En los huevos rotos sigue faltando a mi gusto una mejor papa, la que presenta es bastante desafortunada, fofa y descolorida, y le resta calidad al plato, lo salva el huevo bien presentado y una chistorra de extraordinaria calidad.

Las croquetas, maravillosas. Bien hechas. Nada más que decir.

El servicio atento, pero carece de calidez y olvidan mencionar al ofrecer el menú que no cuentan con alcachofas. Tampoco nada para cortarse las venas ni mucho menos.

Se pide un robalo en salsa verde que no tiene falla en general. Así mismo, Los solomillos son de muy buena calidad y tamaño, y el término es el correcto.

A todo esto hay que decir que el propietario, el chef "Chanclas" ronda las mesas y convive con sus clientes, sin duda eso levanta muchísimo la categoría del lugar.

De postre una Tarta de Santiago que cumple a secas.

Se piden unos digestivos y tienen la falla de no llevar un chaiser junto con un anís derecho.

Fuera de ello, en general bien la experiencia, el servicio cumplidor a secas y si lo mejoran sería un extraordinario lugar.. La clientela hace buen ambiente.

Sin duda, mejora le impresión de la vez anterior.

viernes, 18 de julio de 2014

Las teles en los restaurantes

Acaba de terminar el mundial y uno tiene que entender que si el restaurantero durante el mes futbolero quería  tener clientela ,  tuvo que tomar la decisión y convencerse de que HAY que tener al menos una televisión y entre más grande mejor. No hay de otra. Y me parece bien.. Hay que aprovechar la venta, ya después viene la Champions, la liguilla, las Olimpiadas, etc... etc.... etc... Y se seguirá usando.

La pregunta es si se debe de usar diario.

Es evidente que hay cualquier tipo de restaurantes en esta ciudad para un número enorme de mercados diferentes. Peeeero, si no eres un lugar de "fiesta", de "copa"... de "ambiente".... Vale la pena tener PRENDIDA la televisión tooooodo el día ?

Todo esto sale a colación pues al pasar por un lugar de Polanco que de ninguna manera es juvenil, ni nada que se le asemeje, tenían la tele puesta en un canal de vídeos de música; yo me pregunto ¿para qué?
No es mejor tener la tele apagada y sólo encenderla cuando haya algún evento relevante?
Porque tienen puesto en muchos restaurantes algún partido de la segunda división croata en el que nadie sabe que pasa, mucho menos quien juega?

En el mejor de los casos, o en el peor de los mismos según se quiera ver, si tienes que tener la tele prendida, pues que sea con algunas imágenes interesantes, artísticas, paisajes, de algún tema que tenga que ver con el concepto del restaurante. Pero por Dios, no tengan el canal de deportes y/o el de música si no tienes ese tipo de concepto. Tus clientes no la van a extrañar si está apagada. Haz la prueba.

Prendela, únicamente cuando valga la pena.... Posiblemente debería ser lo mismo en nuestra vida privada.


Provecho!

lunes, 31 de marzo de 2014

Sesame

Después de una muy buena primer visita, no nos aguantamos más las ganas y decidimos regresar 2 semanas después a Sesame, en el corazón de la Roma, en la calle de Colima, entre Jalapa y Orizaba.

La carta es simple, con un mensaje que resume el concepto del restaurante: "Same but different". Si bien es sólo una hoja de papel, se mantiene una letra clara, espacios y limpieza. Sin queja.

Para empezar pedimos unos edamames, he de decir que muy a mi pesar pues es un plato que se ve ya en todos lados, pero sorpresivamente están deliciosos gracias a que están sazonados con furikake de shiso que le dan un sabor extraordinario.

También probamos dos dumplings, unos de camarón y cerdo, "Gah leí sin mai" que consta de 4 piezas y lo dejan a uno deseando otras 4 piezas. No menos sabrosos están los Har Yuk de camarón y jengibre, semifirtos... Mmmmm mmmmm
También comimos los tacos de lechuga Schezwan rellenos de carne de res crujiente. Una maravilla.

Finalmente probamos los buns de pato con salsa Hoisin picante...
Sin palabras!

Con un esfuerzo sobrehumano, llegamos al postre y pedimos el hojaldre de helado de vainilla con cardamomo y jalea de frutos rojos que refresca el paladar y es el perfecto final a una excelente comida.

El servicio es lo único reprochable, le falta algo de carisma y profesionalismo, es bien intencionado y la amabilidad del gerente ayuda a salvar la experiencia.

Los baños son limpios, arreglados y pensados como complemento del restaurante. Lo he dicho antes y lo vuelvo a repetir, los baños reflejan mucho de la seriedad de un establecimiento.

En resumen.. Un gran lugar, sencillo pero completo... Invita a regresar y regresaremos.
Como colofón se ve una frase ahí mismo que es Sesame: "comer es una necesidad. Saborear es un arte".