lunes, 28 de febrero de 2011

The Melting Pot




Ubicado en mazarik, a una cuadra y media de Arquímedes se encuentra el
Melting Pot, un lugar de fondues que se encuentra en una casona redecorada
con muy buen gusto

Un detalle que normalmente no se reseña y es de suma importancia es el Baño,
en este caso el detalle es que es individual, pero bonito, arreglado con
buen gusto y lo mas importante es que está limpio.
La cristaleria es bastante sosa, tirando a corriente, estilo chillis o tgi
fridays, choca mucho con la decoración que es muy agradable, sobria, en
tonos medio gris-verde y con las sillas y booths tapizadas con un buen
estampado.

Las mesas son de marmol blanco y tienen al centro una parrilla electrica con
la fonduera toda de acero inoxidable que se ve bien... La verdad muy bien!

El menu es de una pasta dura negra con el logo en la parte de arriba, muy
padre; pero los interiores tienen un plastificado un poco grueso típico de
cadena americana (de hecho es cadena americana), que lo hace perder la
excelente primera impresión.
En el menu hay una especie de menú de degustación de 3 tiempos, además de
una pequeña sección de ensaladas, primeros tiempos que son fondues de queso,
pero también usan el termino "entree" que significa entrada en frances, pero
usan la terminologia gringa de plato fuerte, que sigo sin comprender porque
se usa así, aquí hay varias opciones en los fondues de plato fuerte que van
de carne, pollo, pescado, tipo teriyaki, etc.. Lo malo de este asunto es
que uno se debe de poner de acuerdo con su invitado en el tipo de coccion,
se entiende por el espacio para la olla, pero lo priva a uno de la
libertad.

Como primero pedimos la ensalada cesar que tiene nueces caramelizadas que no
van con la receta original, pero tampoco esta tán mal.

Pedimos después el fondue tradicional y muy grata sorpresa es que te lo
preparan en la mesa. Punto negativo importante, es que si bien siempre el
pan debe de ser de ayer, eso es para que quede crujiente, en este caso no lo
está, de hecho queda muy suave, seguramente porque lo almacén en alguna
bolsa se plástico... No gusta tanto y hace desmerecer el plato.

Como plato fuerte (entrée... (sic)) pedimos el fondue "land and sea", en el
cual traen trozos de carne, camaron y pollo, además de verduras (brócoli,
papa y champiñón) y ponen de acompañamiento varias salsas que van desde
gorgonzola a salsa asiatica picante. Así mismo ponen un par de salsas para
capear las proteínas antes de meterlas al aceite caliente.

De postre un fondue de chocolate (se puede escoger oscuro, de leche, etc..)
y traen fresas, platano, brownies, bombones y otros tantos para mojar en el
chocolate. Cumple


Del servicio podemos decir que fue un poco frío y ausente, el que salva la
noche es el ayudante que se encarga de llevar y preparar los fondues en la
mesa, el joven es amable y alegre.

Al final es una buena experiencia pero no como para volver.

lunes, 21 de febrero de 2011

Casa de Francia - Cordon Bleu


La casa de Francia, es parte de la Embajada Francesa y tiene la peculiaridad que por eso mismo, uno debe de registrarse en la entrada dejando una identificación.
Así mismo la Casa de Francia es operada por el Cordon Bleu y el instituto "servir bien", por lo cual hay que llegar con la actitud de que lo van a atender a uno alumnos y ciertas fallas deben de ser permisibles.

El lugar es bonito, en una casona antigua imponente y rematada por un enorme árbol, en su interior es moderno, bien decorado y sobretodo con una muy agradable terraza. Las mesas llevan mantel blanco y esta montada sobriamente con cubertería elegante y cristalería distintiva que el da un buen toque al lugar.

El formato del menú es muy bonito, ya que de entrada con una cubierta dura y blanca representa una filipina con el logo del Cordon Bleu. Se abre y queda un menú de 3 caras, desafortunadamente el interior está con hojas blancas y simples sin chiste alguno donde están impresos los platillos, pero para hacerlo peor el uso ha maltratado las hojas y se ven francamente mal.

LA selección de platillos es buena y en buena cantidad, divididos en entradas, primeros, platos fuertes y postres, además incluye una hoja donde ponen el motivo y causa del restaurante y del Cordon Bleu.

Al servicio le falla un poco del profesionalismo del mesero experimentado, pero la buena voluntad salva la tarde, a pesar de que faltó la presencia de un capitán o Maitre, pero pasa.

El lugar no es barato, los platos fuertes rondan el promedio de los $230.00, pero como se verá mas adelante se recibe mas el valor del dinero que en otros lugares.

Se pidió para empezar un carpaccio de corte grueso de Salmón, Callo, Atún y Pescado, aunque no se si al ser grueso (unos cortes de 5 cm ) siga calificando como Carpaccio a pesar de estar crudos; vienen bien aderezados y es un buen plato ligero y agradable.

De segundo pedimos un Rib Eye con salsa a la Bordolesa acompañado de papas a la francesa (estas últimas bastante sosonas, y de cortes disparejos). La carne es de muy buena calidad, se cumple con el termino solicitado y el platillo pasa con muy buena nota (lastima de las papas).
La doña pide un Salmón a los cítricos que está bien presentado, bien cocinado y con buen sabor. Se presenta sobre una cama de verduras en juliana que dan buen sabor.

Para beber un vino RAMIRANA RESERVA, bastante bueno por $400.00... aquí le falla al joven mesero estar un poco mas de técnica en darle vuelta a la botella para evitar el goteo, pues al joven se le van VARIAS que dejan muchas manchas en el mantel... nada que moleste en demasía a su servidor, pues sin duda, echando a perder se aprende.  También desafortunadamente al joven mesero le falla el estar mas pendiente de rellenar las copas, ofrece a tiempo algunas veces pero lejos de estar en todas.

El express para terminar está bien hecho, cumple!

De postre un creme brulle, que cumple las expectativas, pero tampoco nada para presumir.

En general una buena experiencia en un lugar muy agradable.
Costo $1080.00 de dos personas.. duele? si, pero poquito. :)

sábado, 19 de febrero de 2011

Brick- la moderna

En el corazón de la Colonia Roma, en la Calle de Orizaba hay un hotel
Boutique que se llama BRICK, y alberga además de bar, lounge y anexas, al
restaurante Brasserie "La Moderna"

Lugar bonito. Moderno, elegante, con mucho ambiente.

La carta feona, tiene un laminado muy feo que no va acorde a los precios
cuyos platos fuertes promedian $250.00, nada humilde diría yo.

El logo de "la moderna" no me checa mucho con la idea de brasserie y la
imagen que está en el centro del Menú y que represetna la imagen del lugar
es la de una sra en camisón que se lo está levantando sugerentemente... si
bien parece una imagen de los 40`s, a mi se me hace un poco corriente, but
that's just me.

La carta tiene a mi punto de vista pocos platilllos, 10 entradas, 3t
ensaladas, 13 platos fuertes y 7 postres... 40 en total mas 3 "sugerencias"
del día.

Como primero, un tartare de atún con aguacate, chiles toreados y algo mas
.. Bastante equis

De plato fuerte pedí un filete a la pimienta. De buen tamaño, (unos 230
grs), de muy buena calidad, suave, y la salsa fuerte bien hecha, acompañado
con unos esparragos, y pure de papa... bueno, pero sin que obligue a
regresar por mas.
La doña pidió una hamburguesa, que es medio pan como base con con un buen
trozo de carne , bien hecha coronada con un huevo frito, eso si acompañada
con una muy generosa guarnición de papas a la francesa que estan
perfectamente fritas y aderezadas con ajo muy suavemente. Buen plato.

Se pidió un express cortado que cumple perfectamente la calidad ideal.

Los postres bien, pero distantes de algo nuevo y/o memorable... se ven el
ya muy visto "fondant de chocolote" y "creme brulle" entre otros.

El total, un escalofriante $650 por persona... uno no siente que ha recibido
el valor por tanto dinero.

Fatal que al estar en una mesa de 15 personas sugieran fuertemente el 15
porciento. Muy mal, tomando en cuenta que si bien, el servicio no fue malo,
ni de cerca fue bueno y mucho menos memorable.

Mal final para un lugar donde si bien, hay mucha gente y buen ambiente, me
queda a deber una mejor experiencia.